En muchas tradiciones, se dice que para alcanzar una vida plena, necesitamos dos cualidades fundamentales: la escucha interna y la autoamabilidad. Ambas son necesarias para volar hacia el bienestar, como las dos alas de un pájaro que nos permiten elevarnos y encontrar paz, incluso en medio de las turbulencias de la vida.
¿Qué es la Escucha Interna?
La escucha interna es la habilidad de prestar atención a nuestras propias necesidades, emociones y pensamientos sin juicio. En lugar de dejar que las distracciones externas o las voces críticas internas nos desvíen, aprendemos a ser testigos atentos y compasivos de lo que ocurre dentro de nosotros. La escucha interna no es solo una técnica, sino un acto de cariño hacia nosotros mismos, un compromiso de estar presentes con nuestras propias experiencias y aprender de ellas.
¿Y la Autoamabilidad?
La autoamabilidad es el arte de tratarnos a nosotros mismos con la misma ternura, comprensión y paciencia que mostraríamos a un ser querido en momentos de dificultad. Es una actitud de bondad hacia nosotros mismos cuando estamos pasando por desafíos, fracasos o momentos de vulnerabilidad. En lugar de criticarnos o someternos a expectativas desmedidas, la autoamabilidad nos permite darnos permiso para ser humanos, con nuestras imperfecciones y limitaciones.
Este concepto puede ser complicado, especialmente en una cultura que valora la autoexigencia. A menudo, pensamos que solo a través de la dureza con uno mismo podemos lograr nuestros objetivos. Sin embargo, al practicar la autoamabilidad, aprendemos a ser amables y pacientes, incluso con nuestros propios errores y dificultades.
Componentes Claves de la Autoamabilidad
La autoamabilidad se sustenta en tres pilares fundamentales:
- Bondad con uno mismo: En lugar de castigarnos cuando las cosas no salen bien, la autoamabilidad nos invita a tratarnos con gentileza. Nos permite reconocer que el sufrimiento y el error son partes naturales de la vida, y nos anima a cuidarnos con cariño y paciencia.
- Humanidad compartida: El malestar es una experiencia universal. La autoamabilidad nos recuerda que no estamos solos en nuestras luchas, sino que todos compartimos la experiencia de enfrentarnos a retos y momentos difíciles. Esta comprensión reduce el sentimiento de aislamiento y nos conecta con los demás.
- Escucha Interna: Escucharnos implica prestar atención consciente y abierta (mindfulness) a nuestras emociones, pensamientos y sensaciones. Nos ayuda a conocer nuestras necesidades profundas, a darnos espacio para procesar nuestras vivencias y a acercarnos a nuestros sentimientos con curiosidad, sin apresurarnos a juzgarlos.
¿Por qué es tan importante la Autoamabilidad?
Ser amables con nosotros mismos es esencial para el cambio y la transformación personal. Nos permite reemplazar la dureza de la autocrítica con una voz interna más cálida y comprensiva. Al dejar de lado frases como «debería ser mejor», «no soy suficiente» o «no merezco descansar», podemos empezar a hablarnos con más amabilidad: «Me gustaría mejorar en esto», «Me merezco tiempo para descansar y cuidarme», o «Está bien no ser perfecta».
Este cambio de mentalidad y actitud hacia uno mismo no solo reduce el estrés y la ansiedad, sino que también crea las condiciones para el crecimiento personal. La autoamabilidad nos ayuda a reconocer que el proceso de aprendizaje y evolución requiere tiempo, y nos ofrece el apoyo necesario para avanzar en nuestro camino sin el peso de emociones difíciles como la culpa o el miedo.
Escucha Interna y Autoamabilidad: El Camino Hacia el Bienestar
Practicar la escucha interna y la autoamabilidad nos permite tener una relación con nosotras mismas de atención, cuidado y empoderamiento. Es convertirnos en nuestra mejor aliada, nuestro apoyo número 1.
La escucha interna nos permite ser conscientes de nuestras emociones sin dejarnos arrastrar por ellas, mientras que la autoamabilidad nos brinda el cuidado y la ternura que necesitamos para sobrellevar las dificultades de la vida.
Ambas prácticas van de la mano, porque la escucha interna nos enseña a identificar nuestras necesidades más profundas y, al mismo tiempo, la autoamabilidad nos da el permiso para ser pacientes y cariñosos con nosotros mismos mientras transitamos esas necesidades. Es un proceso de aprendizaje continuo, donde la bondad hacia uno mismo es la clave para desbloquear nuestro potencial y encontrar equilibrio emocional.
Conéctate contigo misma de manera auténtica
Escúchate y siéntete para vivir de manera auténtica y plena. Desde el respeto a ti misma puedes darte el permiso de bajar la autoexigencia y la perfección. Aprender a tratarte a tí misma con la misma compasión y cariño que ya ofreces a tus amigos y familia.
«La curiosa paradoja de la vida es que cuando me acepto como soy, entonces puedo cambiar»
C. Rogers, 1961

